martes, 5 de agosto de 2025

LA TRANSFORMACIÓN DEL ROMÁNICO DE LA MERCADERA Y ESCOBOSA DE CALATAÑAZOR.

 LA CAÍDA DE LA CAMPANA

Las ruinas, a su tiempo,
alcanzaron sazón. Lo supimos el día
en el que la campana cayó desde la torre
como fruta madura. Un estruendo gravísimo
de fe que se desploma
acompañó el derrumbe. La melena de olmo
se astilló contra el suelo,
pero el bronce mantuvo su obstinada figura
de cúpula y de útero que los vientos fecundan.

De Despoblados. Inédito. Andrés Martín


Fue el seis de mayo cuando nos desplazamos a estos parajes despoblados, La Mercadera y Escobosa de Calatañazor, hoy bajo administración de Rioseco de Soria. En estos días la lucha entre el invierno, que no se resigna a desaparecer, y el verano cuya fuerza no es suficiente para imponerse, nos deparó un día fresco pero soleado, de buena luminosidad. En fin, un día bastante agradable para salir al campo. Aproximarnos allí resultó fácil. La N-122 y la A-11 nos condujeron hasta el cruce de Rioseco y luego, virando a la izquierda, la SO-P-4046 nos dejó al lado de La Mercadera, a la que se accede mediante un camino rural.

Las aldeas de La Mercadera y Escobosa de Calatañazor formaron parte, desde época medieval, de la Comunidad de Villa y Tierra de Calatañazor. Ambas contaron con iglesias románicas que, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, fueron profundamente transformadas. Desconocemos si estas modificaciones respondieron a problemas estructurales o, simplemente, a un cambio en los gustos y necesidades de sus habitantes.

Del esplendor medieval de estas localidades aún se conservan valiosos testimonios. En el Palacio Episcopal del Burgo de Osma se guarda la pila bautismal del siglo XIII procedente de la iglesia de San Juan Bautista de Escobosa de Calatañazor. Por su parte, en los almacenes de la Diócesis Osma-Soria, también se custodia una imagen medieval de la Virgen de Escobosa, que da cuenta de la devoción y el arte religioso de la época. 
Lamentablemente, no todo ese legado ha llegado hasta nuestros días. En agosto de 2018, el pasado medieval de San Miguel de La Mercadera sufrió un grave atentado patrimonial: fue expoliada su portada románica, que había sido remontada en su nueva iglesia parroquial reconstruida durante el Barroco. Este acto supuso una pérdida irreparable para el patrimonio histórico de la zona. 




En La Mercadera solo queda la iglesia y los restos de lo que en su día fueron viviendas y hoy resultan esqueletos de madera, piedra, adobe y cemento abandonados. También permanece en pie un almacén en cuya pared aparece la fecha de nacimiento y las iniciales de su dueño: 1970, L.S.R. Al lado del almacén, hincados en la tierra, unos monolitos recuerdan al último vecino de la localidad: Amador Simal. Sus nietos han querido mostrar así su recuerdo. En la parte baja de lo que fue el pueblo, todavía corretea un hilillo de agua que procede de una fuente, y un pilón escondido entre la maleza que en su día sería manantial de vida para humanos, animales y vegetales.


La iglesia de La Mercadera estuvo advocada al arcángel San Miguel y a la Virgen de las Angustias, y fue vaciada de enseres por el Obispado de Osma-Soria cuando el lugar quedó deshabitado, si bien su último habitante se resistió a la salida de las campanas. Como ya señalamos, en agosto de 2018 alguien robó la portada románica, la espadaña tampoco se salvó del expolio y la cruz que la presidía desapareció, al igual que había sucedido con anterioridad con una de las bolas que la adornaban. La otra, huérfana, ha quedado como testigo y prueba de dicho expolio. En su decoración, la espadaña todavía conserva, en su centro, un espectacular óculo que iluminaba el coro.

La iglesia, construida en mampostería y reforzada con sillares, presenta una cubierta a dos aguas en la nave, y a tres, en la cabecera. Ha sido saqueada desde su abandono, y sus elementos, como las gradas funerarias, han sido profanados. Destacan una antigua colmena incrustada en el muro sur y un reloj solar en la fachada principal. Una grieta profunda en la cabecera señala su deterioro progresivo, que probablemente cause su colapso en las próximas décadas. 

De su pasado medieval conservaba hasta 2018 su portada románica, remontada cuando se hace la nueva iglesia, así como también algunos sillares trabajados a hacha y dispuestos entre el mampuesto. Por las fotografías proporcionadas por Blas Gonzalo sabemos que la portada constaba de un arco de medio punto y dos arquivoltas, la primera lisa y la segunda con baquetón escoltado por finas escocias, protegido por una chambrana incompleta de nacela. Toda la portada apoyaba sobre una simple imposta que, a su vez, lo hacía sobre las dos jambas.

Son conocidos relatos de descendientes de antiguos habitantes de La Mercadera que mencionan una pila bautismal muy antigua en la iglesia de San Miguel, cuyo paradero actual se desconoce. Al norte del templo se encuentra un cementerio abandonado y cubierto de vegetación que refleja el olvido de sus difuntos.

La Mercadera, antes un pequeño poblado, ahora está deshabitado y solo lo frecuentan animales como corzos y jabalíes. A pesar de su belleza natural, las vistas a campos de cereal y al valle del río Abión, el lugar ha sido abandonado, lo que resulta difícil de comprender.

De La Mercadera nos fuimos a Escobosa. La ruta resulta sencilla. Hay que volver a la SO-P-4046 que, pasando por el municipio de Rioseco, nos lleva hasta allí. Escobosa de Calatañazor es otro despoblado que poco a poco se integra en la tierra de la que salió. Uno de los pocos edificios que aún mantiene su cubierta fue, en su día, el teleclub, y hoy se mantiene en pie gracias a que sirve a una asociación de cazadores. La calle principal es ancha y está enmarcada en unas buenas aceras de hormigón que todavía son visibles. La calle fue más estrecha, pero las necesidades de la nueva maquinaria agrícola hicieron que se ampliara. Para ello se retranqueó el muro del atrio parroquial, apareciendo restos humanos que se llevaron a un osario en el nuevo cementerio, así como la gran cruz monolítica que hoy preside el cuidado cementerio a modo de cruz parroquial.

Su iglesia de San Juan Bautista, como el despoblado, está desmantelada. La portada, posiblemente románica, todavía conserva su humilde encanto. El interior está deshecho.

Ya hemos mencionado que el inmueble fue objeto de numerosas reformas, algunas motivadas por la necesidad de adaptación a los tiempos, y otras por problemas estructurales. Según informó El Avisador Numantino, en el primer cuarto del siglo XX, unas intensas lluvias ocurridas el 27 de marzo de 1924 provocaron el derrumbe parcial de la iglesia de Escobosa de Calatañazor. Ante esta situación, el sacerdote don Félix Nuño emprendió una campaña para concienciar a la población y promover una colecta popular, contando con el respaldo de don Felipe Las Heras.

El anuncio del sacerdote tocar el corazoncito de Abraham Ransanz, natural del pueblo y residente en La Habana, quien decidió donar una de las campanas. Finalmente, el mismo periódico anunció el 5 de noviembre de 1925 la conclusión y bendición de las obras, destacando la reconstrucción completa de la torre, llevada a cabo desde los cimientos por el maestro de obras don Felipe Rocha, vecino de El Burgo de Osma. Tras el vaciado del antiguo campanario, se sabe que la campana donada por Abraham Ransanz fue instalada en 1999 en la espadaña de la parroquia de la Asunción de Dombellas.

La portada se abre en el muro sur de la nave y estuvo protegida en el pasado por un pórtico. Esta portada es similar a algunas del entorno como son el caso de las de San Lorenzo de Boíllos y la ermita de la Virgen del Barrio de Rioseco, si bien modificada y simplificada; así como de otras muchas de la provincia como es el caso de la parroquial de San Martin de Tours de Bordejé. Presenta un arco de medio punto sobre jambas de sillería coronadas por impostas y chambrana lisa. El conjunto está muy encalado, pero se puede percibir cómo esta portada fue remontada, ya que las dovelas no presentan una perfecta disposición.



Al lado de la portada y hacia el oeste estaba el bautisterio, lugar que presidió la pila tardorrománica que hoy se custodia en el patio del palacio episcopal de El Burgo de Osma. Esta pila imita la decoración de la de la iglesia de San Juan Bautista de Rioseco de Soria, “pero la talla con trinchante con que fue ejecutada denota ya una factura claramente gótica”, anota Pedro Luis Huerta Huerta en su artículo sobre la iglesia de San Juan Bautista de Rioseco de Soria de la Enciclopedia del Románico en Casilla y León. A nuestro juicio es la pila medieval más delicada de la provincia. Es semiesférica, conserva uno de los anclajes de su tapa y se encuentra apoyada en lo que parece un tambor de una columna hexagonal con lados curvos. Lo más llamativo es la decoración de su copa, con diversos motivos geométricos y vegetales (una cruz patada inscrita en un círculo, hojas, una puerta con arco de herradura, ...).

En el interior de la iglesia estuvo la talla románica de la Virgen de Escobosa, que según relata la investigadora Ana Rosa Hernández Álvaro, sería una imagen del último cuarto del siglo XIII, por lo que sería coetánea de la pila bautismal. Se trata de una Virgen sin corona, con el Niño sentado sobre la pierna izquierda de la madre. Según la investigadora, a comienzos de la década de los 80 del pasado siglo, la talla estaba en buen estado, otorgando la policromía de esta al siglo XIX.

Al dejar atrás Escobosa, nos despide su cuidado cementerio. En nuestra memoria desfilan las figuras de Alfredo Cercadillo, oriundo del pueblo, así como las de su sobrino Samuel y María, madre de este. Fueron ellos quienes nos hablaron con cariño del lugar y de su empeño por conservar, al menos, el espacio donde descansan los restos de sus antepasados.


Acabamos la mañana en el café-restaurante Los Quintanares de Rioseco y allí, casualmente, nos encontramos con Lorenzo Sanz Rico, natural de Torreblacos, propietario del almacén de La Mercadera y de las iniciales que allí habíamos visto: L.S.R. Él es quien nos cuenta que Amador, el último habitante, abandonó el pueblo en 1975 para vivir en Valdealvillo, lo más cerca posible de su lugar de nacimiento.


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